Ezpeleta: Allanaron un geriátrico que no tenía habilitación con 18 abuelos

La residencia tenía una planta, un baño y no se respetaban los protocolos.

Un allanamiento judicial se realizó en la mañana de este martes en una vivienda de la calle Laguarda entre Río Salado y Río Colorado, Ezpeleta Este, donde funcionaba un geriátrico sin habilitación.

Unos 18 abuelos residían en la vivienda de una planta y un solo baño, donde no se habrían guardado los rígidos protocolos sanitarios y no tendría los requerimientos de infraestructura necesarios para tanta cantidad de internos, que indica la Municipalidad de Quilmes para esta clase de centros de internación.

El procedimiento judicial ordenado por la fiscal Curra Zamaniego del Departamento Judicial de Quilmes, comenzó con un gran despliegue a las 8 de la mañana y se extendió casi hasta el mediodía. Los abuelos residentes deberán ser retirados por sus familiares, porque el geriátrico seguirá funcionando hasta la relocalización de la totalidad de sus internados.

El establecimiento fue finalmente clausurado por la Municipalidad de Quilmes “falta de habilitación, seguridad e higiene y cuestiones de bromatología”, según confirmó a PERSPECTIVA SUR la titular de la Agencia de Fiscalización y Control Comunal AFyCC, Alejandra Cordeiro.

“La medida fue una clausura administrativa, sin desalojo, ya que hay que dar intervención a la Dirección de Adultos Mayores, quienes se comunican con los familiares de los alojados para su derivación a otro establecimiento”, explicó la funcionaria.

Este centro de hospedaje sería propiedad de un empresario que llegó a tener tres centros similares (uno de ellos en la calle Río Salado entre Esquel y Carbonari, y otro en las cercanías) todos funcionando en casas particulares con un régimen similar, pero que ya no estarían activos.

Cabe acotar que el motivo por el cual suelen tener éxito estos emprendimientos, es que son mucho más económicos que los habilitados. El servicio de un geriátrico requiere tanto personal para dar cumplimiento a las normativas provinciales y municipales, que son muy onerosos, al punto de que se requiere un sueldo y medio de un trabajador de clase media para sostener a un abuelo en estos geriátricos.

De allí que son frecuentes los “truchos” que por lo general recortan gastos en personal y cantidad de metros por cada residente.